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sábado, 3 de noviembre de 2012

Exposicion #7

"Fin del Feudalismo: El  Renacimiento"



Crisis Feudal

El siglo XVII asistió a una crisis económica causada, entre otras razones, por un aumento demográfico que no fue acompañado por un adecuado desarrollo de la producción agrícola. Como consecuencia de esta crisis, un mayor número de marginales se dispersó por los campos y las ciudades europeas.

En este siglo, el absolutismo se consolidó en varios países europeos como forma de gobierno. Los gobiernos absolutistas defendieron los privilegios de la nobleza, frente a una burguesía que amenazaba con llegar al poder. Es decir que volvió a tomar fuerza el predominio de la nobleza, que parecía estar en retroceso desde los siglos XV y XVI.

En este siglo sobresalió la acción de los validos o consejeros del rey —Richelieu y Mazarino, en Francia, y el conde-duque de Olivares, en España—, quienes lucharon por garantizar la supremacía del rey por sobre los poderes de los nobles.
Francia, sobre todo bajo el gobierno de Luis XIV, fue la potencia predominante del siglo SVII. Mientras que este país ampliaba su influencia sobre Europa, se desató la guerra de los Treinta Años (1618-1648), conflicto bélico que alcanzó tanto a la Europa del este como del oeste. La Paz de Westfalia puso fin a esta contienda (1648), consolidó la hegemonía francesa y permitió el surgimiento de nuevas potencias en el este europeo.
Paralelamente, comenzó la decadencia del imperio español. Los monarcas, conocidos. como los Austrias menores, no pudieron sostener las pretensiones imperiales de Carlos y y Felipe ji. Por su parte, Holanda amplió sus rutas comerciales del Báltico al Mediterráneo, Brasil, las Antillas y las Indias orientales.
Asimismo, Inglaterra asistió a una profunda convulsión interna, como lo fueron las llamadas revoluciones inglesas. Estos episodios cuestionaron el absolutismo de la monarquía y, tras años de lucha, el Parlamento inglés —dominado por la baja nobleza, los propietarios no nobles de la tierra y la burguesía londinense— impuso algunas de sus antiguas pretensiones de participar en el poder, limitando el de la monarquía. La presencia del puritanismo fue importante, ya que intervino en la vida política y contribuyó a desatar las revoluciones. En Inglaterra, el estado apoyó la política naval, al mismo tiempo que se desarrolló un importante mercado interno que le permitió desplazar lentamente a Holanda de varios mercados. El proceso culminó en una guerra entre ambas naciones, en la que triunfó Inglaterra.
A la lucha por el poder entre nobles y burgueses, se sumaron las revueltas campesinas contra los nobles, que fueron reprimidas duramente. En Europa del este, se acentuaron las presiones de los señores sobre los campesinos, que fueron sometidos a un mayor régimen de servidumbre.
En este siglo de conflictos y hegemonías variables, se produjo, además, la consolidación de ciertos elementos nuevos del saber que derivaron en lo que conocemos como la Revolución Científica. El juicio a Galileo es un cabal testimonio de la lucha por el saber que se vivió entonces.
Renacimiento:
Renacimiento es el nombre dado al amplio movimiento de revitalización cultural que se produjo en Europa Occidental en los siglos XV y XVI. Sus principales exponentes se hallan en el campo de las artes aunque también se produjo la renovación en la literatura y las ciencias, tanto naturales como humanas.

El Renacimiento es fruto de la difusión de las ideas del humanismo, que determinaron una nueva concepción del hombre y del mundo.

El nombre Renacimiento se utilizó porque éste retomó los elementos de la cultura clásica. El término simboliza la reactivación del conocimiento y el progreso tras siglos de predominio de la mentalidad dogmática establecida en la Europa de la Edad Media. Esta nueva etapa planteó una nueva forma de ver el mundo y al ser humano, el interés por las artes, la política y las ciencias, revisando el teocentrismo medieval y sustituyéndolo por un cierto antropocentrismo.

El historiador y artista Giorgio Vasari, había formulado una idea determinante, el nuevo nacimiento del arte antiguo, que presuponía una marcada conciencia histórica individual, fenómeno completamente nuevo en la actitud espiritual del artista. De hecho el Renacimiento rompe, conscientemente, con la tradición artística de la Edad Media, a la que califica como un estilo de bárbaros, que más tarde recibirá el calificativo de gótico. Con la misma consciencia, el movimiento renacentista se opone al arte contemporáneo del Norte de Europa.

Desde una perspectiva de la evolución artística general de Europa, el Renacimiento significa una «ruptura» con la unidad estilística que hasta ese momento había sido «supranacional».

Sobre el significado del concepto de Renacimiento y sobre su cronología se ha discutido muchísimo; generalmente con el término Humanismo se indica el proceso innovador, inspirado en la antigüedad clásica y en la consolidación de la importancia del hombre en la organización de la realidad histórica y natural, que se aplicó en los siglos XIV y XV.


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